Hay «materia extraña» más allá de la Tabla Periódica

Hay «materia extraña» más allá de la Tabla Periódica

La Tabla Periódica es una herramienta fundamental en la química para organizar los elementos de acuerdo a sus propiedades y características. Sin embargo, más allá de esta tabla bien conocida, existen elementos y materiales que no encajan en la clasificación tradicional y que han sido denominados como “materia extraña”.

Estos elementos, también conocidos como “superpesados” o “transuránicos”, son aquellos que tienen números atómicos muy altos y que son sintéticamente creados en laboratorios a través de reacciones nucleares. La mayoría de estos elementos son altamente inestables y tienen vidas medias extremadamente cortas, lo que dificulta su estudio y caracterización.

Entre los elementos considerados como “materia extraña” se encuentran el famoso Oganesson, con número atómico 118, el Tennessino con número atómico 117, o el Livermorio con número atómico 116. Estos elementos han sido creados en aceleradores de partículas mediante colisiones de iones pesados y su existencia ha sido confirmada a través de experimentos realizados por equipos de científicos de todo el mundo.

Además de estos elementos superpesados, también existen materiales que presentan propiedades y estructuras únicas que desafían las leyes de la química convencional. Por ejemplo, los materiales amorfos, como el vidrio o el carbono amorfo, no tienen una estructura cristalina definida y presentan propiedades mecánicas y ópticas diferentes a las de los materiales cristalinos.

Otro ejemplo de “materia extraña” son los materiales emergentes, que son aquellos que han sido descubiertos recientemente y que presentan propiedades extraordinarias, como la superconductividad a altas temperaturas o la capacidad de cambiar de color en respuesta a estímulos externos.

En resumen, más allá de la Tabla Periódica tradicional, existen elementos y materiales que desafían nuestra comprensión de la química y nos muestran que la naturaleza aún tiene muchas sorpresas por revelar. Estos elementos y materiales “extraños” son objeto de estudio e investigación por parte de la comunidad científica, en un esfuerzo por entender mejor el mundo que nos rodea y las posibilidades que nos ofrece.