Las estrellas de neutrones son objetos astronómicos extremadamente densos y compactos que se forman a partir de la explosión de supernovas. Estas estrellas, que son el resultado de la muerte de estrellas masivas, tienen un diámetro promedio de alrededor de 20 kilómetros, pero su masa puede ser hasta 2 veces la del Sol.
A pesar de su pequeño tamaño, las estrellas de neutrones son increíblemente densas, con una densidad que puede llegar a ser miles de millones de veces mayor que la de la Tierra. Esta densidad extrema hace que las estrellas de neutrones sean capaces de soportar la atracción gravitatoria gracias a la presión de degeneración de los neutrones en su interior.
Uno de los aspectos más fascinantes de las estrellas de neutrones es que pueden tener relieve en su superficie, formando montañas que se elevan sobre la superficie. Estas montañas pueden alcanzar alturas de menos de un milímetro, pero debido a la escala diminuta de las estrellas de neutrones, esto las convierte en las montañas más altas del universo conocido en términos de proporción.
Estas montañas pueden ser el resultado de varios procesos, como la actividad sísmica en el interior de la estrella de neutrones o la acumulación de material en la superficie. A pesar de su pequeño tamaño, estas montañas pueden tener un impacto significativo en la rotación y el campo magnético de la estrella de neutrones.
En resumen, las montañas más altas del universo se encuentran en las estrellas de neutrones, y aunque su altura puede ser mínima en comparación con las montañas de la Tierra, su densidad extrema y su escala diminuta las convierten en fenómenos únicos y fascinantes en el cosmos.