En el año 2008, científicos del Instituto SETI, la organización encargada de la búsqueda de inteligencia extraterrestre, anunciaron que habían recibido una señal inteligente proveniente de Gliese 581g, un planeta fuera de nuestro sistema solar. Esta noticia causó revuelo en la comunidad científica y en el público en general, ya que podría indicar la existencia de vida extraterrestre.
El planeta Gliese 581g, descubierto en 2009, es uno de los exoplanetas más cercanos a la Tierra que se considera podría albergar vida. Se encuentra en la zona habitable de su estrella, lo que significa que podría tener las condiciones necesarias para la existencia de agua líquida en su superficie, un requisito fundamental para la vida tal como la conocemos.
La señal recibida por los científicos del Instituto SETI consistió en una serie de pulsos de radio de origen desconocido, los cuales parecían tener un patrón organizado y repetitivo. Es importante destacar que la mayoría de las señales recibidas por SETI son descartadas rápidamente como interferencias o fenómenos naturales, por lo que esta señal en particular fue considerada como potencialmente significativa.
Sin embargo, varios expertos en el campo de la astronomía y la astrobiología pusieron en duda la veracidad de la señal, argumentando que podría ser el resultado de interferencias terrestres o simplemente un caso de desinformación. Además, algunos científicos señalaron que la distancia entre la Tierra y Gliese 581g (unos 20 años luz) haría muy complicado el envío de una señal tan clara y definida.
Finalmente, tras una exhaustiva investigación, el Instituto SETI concluyó que la señal recibida en 2008 no tenía un origen extraterrestre y que probablemente se trataba de una falsa alarma. A pesar de ello, el episodio sirvió para resaltar la importancia de la búsqueda de vida extraterrestre y la necesidad de continuar explorando el universo en busca de respuestas a una de las preguntas más fascinantes de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?