El mismo impacto que creó la Luna formó también la corteza terrestre
El origen de la Luna ha sido desde siempre un misterio para la humanidad. Sin embargo, recientes estudios sugieren que la formación de nuestro satélite natural tuvo un impacto directo en la formación de la corteza terrestre.
Según esta teoría, hace aproximadamente 4.500 millones de años, un objeto del tamaño de Marte chocó con la Tierra en lo que se conoce como el “impacto gigante”. Este choque habría generado una enorme cantidad de material que se dispersó por el espacio, formando lo que más tarde se convertiría en la Luna.
Pero además de la Luna, este impacto también tuvo un efecto significativo en la corteza terrestre. La energía liberada por la colisión habría derretido parcialmente la superficie terrestre, creando una capa de magma que con el tiempo se solidificó para formar la corteza terrestre que conocemos hoy en día.
Así, la formación de la Luna y la corteza terrestre estarían intrínsecamente ligadas, compartiendo un origen común en el impacto gigante. Esta teoría no solo nos ayuda a comprender mejor la formación de nuestro planeta y su satélite, sino que también plantea la posibilidad de que otros cuerpos celestes en nuestro sistema solar hayan experimentado procesos similares en su pasado.
En definitiva, el mismo impacto que creó la Luna también tuvo un papel crucial en la formación de la corteza terrestre, dejando una huella imborrable en la historia de nuestro planeta. Investigaciones futuras seguirán explorando esta hipótesis, en un esfuerzo por descubrir más sobre los procesos que dieron forma a nuestro sistema solar y a la vida en la Tierra.