Los «ladrillos de la vida» llegaron del espacio

Los «ladrillos de la vida» llegaron del espacio

Los científicos han descubierto que pequeños ladrillos que forman parte fundamental de la vida en la Tierra podrían haber llegado del espacio exterior. Estos “ladrillos de la vida”, como se les ha llamado, son los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas que se encuentran en todos los organismos vivos.

Los aminoácidos son moléculas orgánicas que contienen un grupo amino y un grupo carboxilo, y son esenciales para la vida en la Tierra. Hasta ahora, se creía que estos aminoácidos se formaban en la Tierra a través de reacciones químicas que involucran la combinación de elementos como hidrógeno, carbono, oxígeno y nitrógeno.

Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Astronomy sugiere que estos aminoácidos podrían haber sido traídos a la Tierra por asteroides y cometas. Los investigadores realizaron experimentos de laboratorio para simular las condiciones del espacio exterior y encontraron que los aminoácidos podrían formarse en el espacio a través de reacciones químicas que involucran la radiación ultravioleta y los impactos de partículas cósmicas.

Esto tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de la vida en la Tierra y en otros planetas. Si los aminoácidos pueden formarse en el espacio y ser transportados a la Tierra a través de asteroides y cometas, esto podría significar que la vida en otros planetas también podría haber sido sembrada de la misma manera.

Además, este descubrimiento podría tener implicaciones para la búsqueda de vida en otros planetas y en exoplanetas. Si los aminoácidos pueden formarse en el espacio y ser transportados a planetas con las condiciones adecuadas, esto podría aumentar las posibilidades de que la vida exista en otros lugares del universo.

En resumen, los “ladrillos de la vida” podrían haber llegado del espacio exterior, lo que podría cambiar nuestra comprensión de cómo se formó la vida en la Tierra y en otros lugares del universo. Este fascinante descubrimiento nos acerca un poco más a responder una de las preguntas más fundamentales de la ciencia: ¿estamos solos en el universo?