Neptuno, el octavo planeta del sistema solar, ha sorprendido a los científicos una vez más al devorar una “supertierra” y robarle su luna. Este asombroso descubrimiento ha dejado boquiabiertos a los expertos en astronomía y ha abierto nuevas puertas para el estudio de la gigantesca bestia azul.
El evento tuvo lugar hace millones de años, cuando una “supertierra” -un planeta con una masa mayor que la de la Tierra pero menor que la de Neptuno- cruzó el camino del gigante gaseoso. Neptuno, con su inmenso campo gravitatorio, atrapó al intruso y comenzó a devorarlo lentamente. Mientras la “supertierra” se desintegraba, su luna fue capturada por la gravedad de Neptuno, convirtiéndose en una nueva adición a su sistema de lunas.
Este fenómeno astronómico, conocido como “canibalismo planetario”, es extremadamente raro y brinda a los científicos la oportunidad de estudiar de cerca la formación y evolución de los planetas en nuestro sistema solar. La adquisición de una luna adicional también ha ampliado el campo de investigación sobre la influencia de las lunas en la interacción planetaria.
Neptuno, el dios romano del mar, parece haber demostrado una vez más su poderío en el cosmos al devorar a un planeta más pequeño y agregar una luna más a su colección. Los científicos están emocionados por este descubrimiento y esperan aprender aún más sobre el intrigante mundo de Neptuno en el futuro.
En resumen, Neptuno ha demostrado ser un planeta fascinante y misterioso que sigue sorprendiendo a los científicos con sus increíbles hazañas en el universo. Este último acontecimiento, en el que devoró una “supertierra” y le robó su luna, ha dejado a la comunidad científica expectante por lo que el futuro nos deparará en el estudio de este gigante celestial.